domingo, junio 25, 2006

Oñón, (Onésimo Redondo nº 28)

Casa Martinín, en la puerta de casa, sobre el añu 1955.- Isabel que residía en Málaga, María la madre de Ricardo, y Herminia “Martinín” abrazando a Juan el nietu. Al fondo, Iglesia de San Juan, Templo Religioso del barrio.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

La Iglesia San Juan ye el Templo de Mieres no de Oñón.

Ma dijo...

¿Es posible que todo mi trabajo de esta noche se haya borrado y ya no
se pueda recuperar?
Todo por haber pinchado antes de tiempo donde no debí hacerlo...
Y lo siento muchísimo.

Marinina dijo...

Ayer, al encontrarme con la foto de Herminia Martinín junto con Ma-ría, con la cual yo hice mis corre-
rías por los alrededores de la ca-sa, cuando mientras ella lavaba la
ropa de rodillas en el suelo, donde
había una especie de estanque,o pe-
queño riachuelo en el que bebía el ganado cuando al atardecer entraba en el corral,me daba calcetines y
prendas pequeñas con las que yo ha-
cía que lavaba...Otras veces me re-
cuerdo con ella en el pequeño jar-
dín del otro lado de la casa,en el
que me enseñaba un pequeño estanque
plagado de renacuajos que
despertaban vivamente mi curiosidad
y avidez infantil descubriendo la
vida...En fin, quería yo decir que,
cuando me encontré con esta foto,
después de la sorpresa que llevé
días atrás con la de Feli, a la que
había hecho un comentario,anoche
hice otro a ésta, en el que contaba
todo cuanto en aquella bendita casa
de los Martinín experimenté y viví
durante unos pocos años de mi pri--
mera y lejanísima infancia. Lo que
ocurrió fue que se me perdió el es-
crito por pinchar en mi ignorancia
donde no debía y no saber cómo vol-
ver atrás...
Quizá haya sido mejor así, aunque de momento lo haya sentido, pero
por ser demasiado largo, tal vez no
sea este lugar de los comentarios
el más adecuado para tal fin.
Cuando se hicieron estas fotos las
hermanas Martinín yo ya no vivía en
Asturias pues, me fuí de aquí al
fallecer mi padre el 14 de agosto
de 1947. Por otro lado, al haber
cambiado nuestra residencia a otro
barrio del mismo Mieres, ´creo re-
cordar que la última vez que pisé
la casa de mis recordadas Feli y
Herminia Martinín fue con motivo
de mi primera comunión, el día 3
de junio de 1943, cuando yo tenía
tan sólo siete años.
Como nací en la casa de enfrente a
la suya, y yo me pasaba la vida a-
llí con ellas,(Feli se pasaba mucho
tiempo en la tienda de juguetes que
tenía en La Pasera)me solían decir
que mi nacimiento había sido debajo
de una lechuga, en la huerta, donde
me encontró mi madre y me recogió.
Que Dios las tenga en su gloria,y
que yo pueda encontrarme con ellas
algún día junto a mis seres queri-
dos allí,donde no habrá más muerte,
ni luto, ni llanto, ni dolor...
Que así sea.